POR UNA EQUIDAD DE GÉNERO
Por Bertha García Vasconcelos
El jueves pasado asistí a un coctel ofrecido por Semillas, A. C. donde tuve la fortuna de conocer a muchas mujeres, donatarias, voluntarias, empleadas de Semillas y las becarias quienes reciben los donativos para materializar sus proyectos. Me emocionó mucho conocer a las becarias, como una joven mujer mazahua, Guadalupe García Álvarez, quien trabaja con las mujeres líderes de su comunidad para erradicar la violencia por parte de los hombres hacia las mujeres. El tema más importante, según me dijo, es la autoestima. También conocí a una joven oaxaqueña de 19 años, Berta Martínez, que trabaja con las mujeres de su comunidad en educación sexual. Me llena de esperanza saber que existen muchas más mujeres ayudando a otras mujeres para erradicar la violencia y luchar por la equidad de género.
Como expliqué en un artículo anterior, el patriarcado estableció el dogma de la supremacía del hombre hace ya muchos años. A raíz de la conquista española, se instala el machismo en nuestro país, en donde se sigue enfrentando a los hombres y mujeres mediante una educación tradicional machista y sexista (Roberto Navarro, 2007). Los investigadores coinciden que México es el país en Latinoamérica más afectado por el machismo.
Así las mujeres, desde niñas, llegan a suponer que los hombres son superiores y más aptos para pensar, decidir y ejercer la mayoría de las profesiones (Roberto Navarro, 2007), lo cual es preocupante para un país en el siglo XXI.
Las mujeres comenzaron una transformación social en los años setenta que se considera el único movimiento social que realmente ha cambiado a la sociedad. Así la equidad de género es una lucha que inició hace muchos años y que necesitamos impulsar en nuestro país de manera urgente. Ya no podemos esperar. Continuar con la educación de sometimiento y supremacía del hombre en los hogares, instituciones y medios de comunicación solamente nos hace retroceder.
Otro aspecto que se deriva del patriarcado es la Cultura de Narcisismo que prevalece en la sociedad actual y cada vez de manera más aguda. Existen narcisistas en los hogares (en la mayoría los padres), pero también lo son líderes, actores, artistas, directores de empresas. Los narcisistas carecen de empatía, si las personas no hacen lo que quieren hacen un berrinche o atacan con el llamado “insulto narcisista” que semeja un cuchillo afilado que hiere profundamente a la víctima, lo que él dice es lo que es, pobre de aquel que se atreve a contradecirlo. Los narcisistas ejercen violencia emocional, verbal y/o física en sus parejas e hijos, quienes solamente son una extensión de ellos. Así diseñan sus vidas y aquél hijo o hija que decide hacer su propia vida y tomar sus propias decisiones es considerado un traidor. Como podrá imaginar, las mujeres y hombres machistas poseen acentuados rasgos narcisistas, aunque existen narcisistas en todo el mundo.
Semillas, A. C. y la Fundación Origen son organizaciones de mujeres que ayudan a otras mujeres y han sido pioneras en la lucha por una equidad de género. Esto es lo que se espera de nosotras, que las mujeres apoyemos a las mujeres y dejemos de ser enemigas, traicionarnos o juzgarnos. Poseemos un poder femenino que es una gran fuerza que está transformando el mundo y así debe continuar.
¿Qué sucedería si la próxima ocasión en que va a criticar a una mujer lo piensa mejor y empatiza con ella?
Lecturas recomendadas:
Cuando Amo Demasiado, Roberto Navarro
Violencia Masculina en el Hogar, Ramírez Hernández
Freeing Yourself from the Narcisstic in your Life, Linda Martinez-Lewi
La Cultura del Vacío, Gilles Lipovetsky
Trapped in The Mirror, Elan Gomb
Ya no Seas Codependiente, Melody Beattie