Por Bertha García Vasconcelos
Durante la impartición de mis últimas conferencias a mujeres, la mayoría mostró un gran interés en el tema del manejo de emociones y por ello este mes decidí compartir una metodología cognitiva para aprender a manejar las emociones de manera adecuada.
Para vivir en armonía actúa y busca todo lo que te de paz, pero no reprimas tus emociones, aprende a manejarlas sin consecuencias negativas en tus relaciones interpersonales ni en ti misma. Deja de sabotearte, aprende a afrontar las situaciones problemáticas de manera racional, es decir, usa tu cerebro para que no te arrase la emotividad desenfrenada y sus nefastas consecuencias.
Los cambios bioquímicos y nuestro estado de ánimo
Es un hecho que los desequilibrios bioquímicos hormonales, de neurotransmisores, en los niveles de glucosa en la sangre, provocados por drogas ilícitas o ciertos medicamentos, alteran dramáticamente los estados emocionales de las personas. Las mujeres somos más vulnerables por los cambios en los niveles de las hormonas femeninas. Se sabe que estos cambios alteran la cognición, que se reflejan en una disminución de la memoria, concentración o el juicio, y pueden aumentar las distorsiones del pensamiento, lo cual afectará la toma de decisiones, el manejo de situaciones conflictivas y la resolución de problemas de una manera apropiada. Las mujeres podemos ser muy impulsivas e irracionales cuando esto sucede.
El manejo afectivo
Muchas mujeres no toleran las emociones intensas que sienten, lo que se traduce en un gran malestar y se sienten impulsadas a hacer algo para no sentirse así. El objetivo del manejo afectivo es tolerar emociones intensas como la ansiedad, angustia o depresión.
Para ello existen métodos y entrenamientos muy efectivos para conseguirlo. Es necesario aprender nuevas habilidades para:
1. Identificar las emociones
2. Autotranquilizarse
3. Diseñar y seguir un plan en caso de crisis
Para manejar las emociones es necesario aprender nuevas habilidades y seguir una serie de pasos que lleven a desaprender lo aprendido:
Antes que nada es indispensable reconocer e identificar la emoción. En ocasiones, la ira se enmascara como ansiedad o depresión porque las personas, especialmente las mujeres, aprendieron a reprimir la ira (“las niñas buenas no se enojan”) y se deprimen o padecen ataques de ansiedad porque son emociones que aprendieron a manejar mejor que la ira. Por ello es importante no reprimir la emoción y observarla.
Antes que nada es indispensable reconocer e identificar la emoción. En ocasiones, la ira se enmascara como ansiedad o depresión porque las personas, especialmente las mujeres, aprendieron a reprimir la ira (“las niñas buenas no se enojan”) y se deprimen o padecen ataques de ansiedad porque son emociones que aprendieron a manejar mejor que la ira. Por ello es importante no reprimir la emoción y observarla.
Ser feliz es más fácil de lo que creemos. Conócete, acéptate y crece, abandona tus patrones autodestructivos. Deja de herirte y herir a los que te aman. Comienza hoy mismo, no provoques más un alud que crecerá tanto que más tarde te enterrará bajo tu incapacidad para manejar tus emociones.
Por Bertha García Vasconcelos
Por Bertha García Vasconcelos
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