domingo, 22 de mayo de 2011

Y TÚ MUJER, ¿TIENES UN PROYECTO DE VIDA?

Por Psic. Martha Bergés Ahumada

¿Qué es un proyecto de vida? ¿Cuántas veces hemos escuchado esta pregunta, o bien, nos la hemos formulado? ¿Y cuál ha sido la respuesta?

Con frecuencia vemos adolescentes a las que no les interesa mucho lo que van a estudiar, pues saben que su “tránsito” por la prepa o la universidad es eso, algo transitorio mientras encuentran o les llega el hombre con quien se van a casar y que las va a convertir en esposas, madres, dignas representantes de esa clase de mujeres dedicadas a su casa, a su familia y a sí mismas. Como si su proyecto de vida viniera pre-determinado y ellas ni lo cuestionaran y es más, de antemano lo aceptaran.

También encontramos adolescentes que por haber vivido carencias económicas dentro del seno familiar, se vieron obligadas a trabajar desde temprana edad y quizás a elegir una carrera que no iba de acuerdo con sus aptitudes e intereses o que de plano no pudieron estudiar y de esa manera vieron truncado el proyecto de vida que algún día tuvieron o ni siquiera se pudieron plantear uno.

Por otro lado están las adolescentes que crecieron dentro de familias disfuncionales, en donde los límites no eran claros, la comunicación no era adecuada, reinaba la confusión y la indecisión y por lo mismo los miembros de la familia no eran capaces de saber quiénes eran y qué querían. Mucho menos de tener claro un proyecto de vida. O aquellas adolescentes que aparentemente tenían todo muy claro, sabían qué querían estudiar y lo hicieron, consiguieron un trabajo relacionado con su carrera, encontraron pareja, formaron una familia, pero más adelante, al preguntarles sobre su proyecto de vida, no pueden responder.

Imaginemos a esas adolescentes diez, quince, veinte o treinta años después y pensemos un poco en cómo ha sido su vida, qué querían, cuáles eran sus metas, sus objetivos, cómo se han sentido, en dónde han quedado sus sueños, ¿los pudieron realizar?, ¿lo hicieron solas?, ¿hubo alguien a su lado para apoyarlas? O siempre fueron ellas las que tuvieron que estar escuchando, apoyando, olvidándose de sí mismas para satisfacer las necesidades de los suyos, al grado de que ellos sentían que así debía de ser, que era su obligación y que no podía ser de otra forma, que ellas eran invulnerables y no tenían necesidades. Y es que si se llega hasta aquí, es como llegar al punto del “no retorno”, pues es difícil pedir que los demás respeten algo que una no ha respetado antes, y eso es el tiempo y el espacio de una misma, que son dos de los factores que se necesitan para llevar a cabo un proyecto de vida.

Pero nunca es tarde para empezar, se tenga la edad que se tenga, siempre se puede replantear un proyecto de vida, que complemente y enriquezca lo que ya se tiene, la vida que ya se ha hecho. Es de suma importancia que una se plantee qué más quiere hacer con su vida, darse un espacio para hacer eso que siempre se quiso pero que por diferentes circunstancias no se pudo; desde poner un negocio, aprender computación, a pintar, a cocinar, a coser, a tocar algún instrumento, a montar a caballo, a hablar algún idioma, a enseñar algo o retomar los estudios interrumpidos por alguna razón, etc. Y por supuesto encontrar el tiempo para hacerlo y defenderlo, pues lo más probable es que no falten actividades y “cosas más importantes” de los demás, que hagan que se posponga lo que una tenía planeado. En el momento en el que los demás vean que para una es importante, le van a dar la importancia debida.

Todo esto suena fácil, pero cuando se lleva mucho tiempo dando prioridad a lo demás y a los demás, se vuelve más difícil de lo que una se imagina, sobre todo porque es un cambio y muchas veces el enfrentarse a los cambios puede provocar ansiedad y para evitarla se prefiere seguir en lo mismo, pero también se pierde la oportunidad de conocer otras cosas y de probarse una misma que puede lograr eso que las “circunstancias de la vida” le habían impedido. Y lo único que queda es animarse, tomar un poco de ese valor que siempre le habías proporcionado a los demás, pero ahora para usarlo en tu propio beneficio y vas a ver que eso va a marcar la diferencia.

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