Por Bertha Vasconcelos
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Este año comenzó con gran fuerza. No me cabe la menor duda que si el año pasado trabajamos temas profundos y posiblemente dolorosos hasta resolverlos, este año se siente mucho más benéfico que para los que aun están arrastrando temas del pasado. He observado a mi alrededor, que para muchas personas el año empezó “catártico”, con temas fuertes para resolver o sanar, eventos que están fuera de su control, pero la mayoría trata de cuestiones que pueden solucionarse desde dentro. Otras personas se encuentran en un estado de pesimismo, “impotencia aprendida”, que las hace pensar que hagan lo que hagan el destino no les permite lograr sus sueños.
Hace unos días leí en un librito maravilloso lo siguiente y deseo compartir para aquellos que aun temen a su subconsciente:
Destierra todo derrotismo. Ocúpate de tu subconsciente y de tu inconsciente para que no salga a la superficie cualquier tipo de negatividad justo en el momento de alcanzar tu meta. Puede que para ello tengas que resolver problemas psicológicos.
Si no has resuelto un tema, éste regresa y regresa a tu vida, así que puedes optar por continuar una vida medio feliz, o puedes de una vez por todas decidirte a resolver la situación hasta que la veas claramente. Cuando un tema es recurrente, necesitas “echarte un clavado” a tu subconsciente, que está ahí, muy cerca de tu consciencia y pugna porque lo reconozcas e ilumines. Las personas temen a su propio subconsciente como si fuese una caja obscura de calamidades, cuando la salud mental radica en conocerlo y comprenderlo. ¿Por qué entonces sería “horrible”? ¿Dónde aprendieron que el subconsciente es “feo” y “horrible”? ¿Porque así te enseñaron y tu te lo creíste?
El darse cuenta es un acto que brinda iluminación, sabiduría y alegría. Mientras las personas continúen evadiendo el conocerse plenamente, estarán alejando su felicidad con cada sentimiento de temor y cada acto de evitación. Mientras no te aceptes como eres completamente, con tu sombra y tu luz, NUNCA podrás ser feliz. Y si rechazas tu subconsciente, que es tu sombra, te estás rechazando a ti misma. Evita conocerte y automáticamente estás evitando tu felicidad y bienestar.
Cuando dejes de ponerte una venda en los ojos y seas honesta contigo misma, toda tu vida cambia. ¿A qué le temes? ¿A conocerte? Solo el que se conoce se libera. Entonces, ¿cuál es tu temor? ¿A mirarte? No hay nada tuyo que no merezca ser visto. Atrévete a conocerte porque solamente así podrás amarte a ti misma de manera incondicional, y como consecuencia podrás amar a los demás, porque nadie puede dar lo que no tiene. La salud, el amor, el éxito y la prosperidad provienen de esa aceptación completa.
Cuando decidas iniciar un viaje interno de crecimiento, encontrarás sus deliciosos beneficios y estarás menos proclive al auto-sabotaje y el odio a ti misma. Cuando te aceptas recuperas tu poder personal.
Es el tiempo, no demores más la aceptación de todo lo que eres, luz y sombra.
