El que mira hacia afuera duerme el que mira hacia adentro despierta Carl Jung |
lunes, 25 de julio de 2011
COMPETENCIA DEL MES
Empatía.- Entender a los demás, percibir sus sentimientos y considerar los valores y bienestar de todos los involucrados.
Comportamientos observables:
Comportamientos observables:
- Habilidad para escuchar a los demás sin interrumpir para hablar de uno mismo.
- Comprender los sentimientos y preocupaciones no verbales de sus interlocutores.
- Demostrar un trato amable y entusiasta en sus relaciones interpersonales.
- Mostrar respeto hacia los diversos puntos de vista y opniones.
- Promover la libre expresión de diversas opiniones y perspectivas.
- Demostrar interés por las personas, sus pensamientos y emociones.
- Mostrar compasión y flexibilidad ante los errores ajenos.
VIOLENCIA EMOCIONAL
Todos los Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio
Por Bertha García asconcelos
Una problemática universal y una violación más generalizada a los derechos humanos es la violencia contra la mujer, ya que una de cada tres mujeres sufrirá alguna forma de violencia en su vida convirtiéndose en una epidemia que devasta vidas. Divide comunidades e impide el desarrollo, y a pesar de las magnitud del problema, en su mayor parte sigue sin reconocerse (UNIFEM, 2007). El problema se agrava en ambientes industrializados al representar un problema de salud pública que genera trastornos mentales y enfermedades de diversa índole en las mujeres que son víctimas de este problema.
La violencia física es la forma más reconocida, sin embargo, el abuso psicológico, puede considerarse en muchos casos, la antesala del abuso físico. La violencia emocional es casi imperceptible, hasta alentada en algunas sociedades y culturas. Se permite que los padres y esposos griten, amenacen, intimiden, controlen y hieran emocionalmente a sus hijos/hijas y esposas.
Los niños y las mujeres pueden ser no golpeadas físicamente, pero sí pueden serlo emocionalmente de tal manera que dejan heridas profundas que repercuten más tarde en la formación de las relaciones futuras con sus parejas, hijos, jefes o compañeros de trabajo. Se ha observado que cuando un niño o una mujer ha sido víctima de violencia emocional, a la larga desarrollan estados de ánimo depresivos, visión negativa hacia la vida, sistemas inmunológicos deprimidos, creencias irracionales, pérdida de confianza en sí mismos, y temor ante personas o situaciones que les recuerden el daño emocional del pasado.
Definición de Violencia Psicológica
En su tesis sobre violencia psicológica, Xochimitl (2004) la define como una conducta consistente de actos u omisiones reiteradas y cuyas formas de expresión pueden ser: prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias, de abandono y que provoquen en quien las recibe, deterioro, disminución o afectación a su estructura de personalidad.
Basándose en estudios previos, O´Hearn y Davis (1997) definen conceptualmente al abuso emocional como aquellas conductas, que no involucran daño o fuerza física, que sirven para reducir el estatus de la víctima y hacen que la víctima se rinda fácilmente al controlador. Señalan que es necesario distinguirlo de las ocasionales explosiones de ira que se pueden atribuidos a estados emocionales temporales y no al carácter del individuo. Conceptualmente, el abuso emocional es una acción intencional, que resulta exitoso si reduce el autoconcepto y autoestima de la víctima. La lista de estas conductas incluye humillación, degradación, amenazas de abandono y daño físico, ridiculizar.
La Violencia Emocional hacia la Mujer por su Pareja
En un inicio se contempló dentro del contexto del abuso físico, sin embargo, se le ha considerado un tema por separado. Se le ha llamado “abuso no físico, agresión psicológica, agresión verbal, abuso emocional, conductas de control, conductas competitivas o abuso psicológico” (Marshall, 1996), y se considera diferente al abuso físico.
A pesar de lo generalizado que está el abuso psicológico en los países latinos, puede no ser detectado o bien es negado por parte de la mujer que es victimizada, entre otras razones, porque no estaba considerado como delito, hasta apenas hace algunos años (por ejemplo en México). Otra causa se debe a los roles tradicionales estereotipados, donde el hombre ejerce dominancia, caracterizada por celotipia, control, insultos y gritos, factor fundamental del abuso psicológico, por lo que la mujer tiende a someterse y aceptar esta conducta hacia ella como parte del rol de género en su país o cultura. Muchas mujeres, a pesar de sentirse heridas ante las palabras o gestos hostiles e irónicos de sus padres y parejas, mantienen una actitud de sometimiento ante ellos, y no se atreven a contemplar otras opciones de vida o nuevas alternativas que les generen mayor bienestar psicológico y emocional.
Conforme el abuso se incrementa, la mujer va perdiendo un autoconcepto positivo, autoestima, seguridad, y comienza a sentir depresión y ansiedad, las cuales usualmente son acompañadas por enfermedades o dolencias físicas que provocan aislamiento social, calidad de vida pobre, generando costos sociales y económicos.
O´Leary, Malone y Tyree (1994) encontraron que la presencia temprana de abuso psicológico tiende a resultar en abuso físico dentro de los primeros años de matrimonio.
La mayoría de las mujeres abusadas físicamente que han participado en estudios anteriores reportaron que el abuso psicológico fue una experiencia más negativa que el abuso físico mismo. En otro estudio se encontró que las mujeres abusadas físicamente tienen un perfil diferente que las que son abusadas verbalmente. Las mujeres que han sido abusadas físicamente tienen menor escolaridad, temprana maternidad y no usaron método anticonceptivo en su última relación sexual.
Si bien el consenso acerca de que el abuso psicológico es dañino a nivel emocional, los autores no se han puesto de acuerdo respecto a una definición de abuso psicológico por lo que hace difícil su medición. Las definiciones actuales incluyen actos como la dominancia, control, aislar, ridiculizar, humillar, devaluar, amenazas de violencia y hacia la integridad física. La dominancia es un aspecto primario por que involucra actos de poder que sirven de base para iniciar y mantener violencia física. Se ha encontrado que el abuso psicológico deteriora las relaciones, tanto en mujeres con alta estima como con baja estima. Marshall (1999) sugiere que el aspecto más importante del abuso psicológico es la habilidad de usar como arma, el conocimiento íntimo de las debilidades o fortalezas de la mujer. Otros estudios apoyan este hallazgo al encontrar que hay conductas como el ridiculizar o criticar como otras formas del abuso psicológico, y que son independientes de las conductas de dominancia.
Follingstad y DeHart (2000) revisaron los actos considerados como abuso psicológico de la investigación existente al respecto a fin de conceptualizarlo y medirlo; establecieron 12 categorías del abuso psicológico:
1. Amenazas a la salud física.
2. Desestabilizar la percepción de la realidad de la mujer.
3. Aislamiento, restricción o monopolización de la movilidad, información o actividad social.
4. Tratar a la mujer como si fuese inferior, humillación/degradación.
5. Abuso verbal/crítica.
6. Celos/sospechas.
7. Intimidación y/o acoso.
8. Uso del privilegio del género masculino y/o de roles rígidos de género.
9. Abuso económico.
10. Control de la conducta de la mujer.
11. Chantaje emocional o sexual.
12. Fracaso en cubrir las expectativas del rol.
Marshall (1999) diferencia actos obvios de otros actos que son más sutiles. Considera actos obvios a la dominancia, amenazas o la agresión verbal, mientras que los actos sutiles son más difíciles de observar y valorar el grado del daño, por lo que la mujer tiene más dificultad en describir sus emociones y el acto en sí mismo como perjudicial. Estos actos más sutiles tienen el potencial de dañar la autoestima, que la mujer llegue a dudar de sí misma y se cuestione el grado de daño provocado por el acto.
Las mujeres en relaciones de abuso físico reportan que el abuso psicológico fue de mayor impacto negativo que el físico, el cual puede interferir en su apreciación de la relación abusiva y su motivación para terminarla. Se ha encontrado que baja autoestima y autoconceptos negativos prevalecen en las mujeres abusadas físicamente y psicológicamente. Además el abuso psicológico se asocia con menor intimidad y estabilidad en citas de las mujeres.
Según la autora del libro The Emotionally Abusive Relationship, Beverly Engel, los trastornos de personalidad que se relacionan mayormente con violencia emocional son:
1. Trastorno Límite de la Personalidad: Es un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y de una notable impulsividad.
2. Trastorno Narcisista de la Personalidad: Es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
Los trastornos de personalidad son patrones de conducta estables en el tiempo que se desvían de lo esperado culturalmente, difícilmente cambian y generan estrés en la relación con las personas que los tratan. Los que padecen estos trastornos difícilmente tienen éxito en sus relaciones interpersonales, presentan dificultad en la percepción de sí mismos y para controlar sus impulsos.
En otro artículo hablaré de las consecuencias de haber sido hijo/a o pareja de personas con Trastorno Narcisista de Personalidad o que presentan rasgos narcisistas.
Bibliografía:
- Factores de riesgo y de protección del abuso psicológico en mujeres por parte de sus parejas, Bertha Garcia Vasconcelos
- The emotionally abusive relationship, Beverly Engel.
- DSM-IV-TR Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
Etiquetas:
abuso psicológico,
abuso verbal,
violencia emocional,
violencia física
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